Los nuevos equipos formarán parte de la Xarxa d’Estacions Meteorològiques Automàtiques (XEMA) de Meteocat, que cuenta actualmente con 225 puntos de observación en toda Cataluña.
El innovador sensor de granizo mide con alta precisión y en tiempo real la cantidad de piedras caídas y las clasifica según su tamaño. La técnica de detección se basa en la vibración causada por el impacto individual de cada piedra de granizo sobre una superficie de medición piezoeléctrica.